Uri siempre ha sido un chico muy responsable, desde bien pequeñito, y es que no le ha quedado más remedio, su madre murió cuando él y su hermana eran muy pequeños y su padre trabajaba de sol a sol para poder pagar todos los gastos de su casa y mantener a sus hijos, por lo que el muchacho se quedaba al cargo de su hermanita la mayor parte del tiempo.
La desgracia estaba instalada en la familia González pues un buen día, llamaron a Uri al instituto. Su padre, un experimentado albañil que estaba trabajando en las reformas de Evergreen Harbour, había fallecido al caer de la gran presa.
Al muchacho no le quedó más remedio que dejar los estudios y ponerse a trabajar de lo que encontrara, todo compaginado de manera que pudiera estar con su hermana para llevarla al colegio, recogerla, ayudarla con los deberes… Les ofrecieron ir a una casa de acogida, pero se negó en rotundo, jamás lo separarían de su bichito, y si eso conllevaba el sacrificio que estaba haciendo, que así fuera, ella era su única familia.
Han pasado los años y la adorable Tania ahora es una alocada adolescente, alegre y dicharachera, con las hormonas totalmente revolucionadas y con un punto un tanto rebelde, había días que le ponía las cosas realmente difíciles a su hermano, luego se arrepentía y lo colmaba de besos y abrazos, nadie mejor que ella sabía todo lo que se esforzaba y lo mucho que se sacrificaba.
La vida transcurría tranquila, dentro de lo que cabe, hasta que un buen día Uri recibe una carta. Era una oferta de empleo muy tentadora, se trataba de un puesto de aprendiz de informática, el primer año estudiaría por las mañanas y trabajaría por las tardes, a partir del segundo trabajaría y podría apuntarse a cursos para ampliar su formación. Buen sueldo y horario genial para estar con Tania, solo había un problema, deberían mudarse a Windenburg.
Esa misma noche, después de cenar y cuando estaban viendo un ratito la tele Uri le comentó la oferta a su hermana.
Uri: Tania… me han ofrecido un trabajo de informático, me van a dar formación y ¡cobraré por ello! Además, el horario es buenísimo y podré seguir estando contigo.
Tania: ¡Guau Uri! ¡Suena genial! Y podrás volver a estudiar, ¡tírate de cabeza!
Ahí estaba la noticia buena, ahora tocaba darle la mala…
Uri: Sólo hay un pequeño PERO… El trabajo es en Windenburg… Nos tendríamos que mudar…
Tania se quedó callada un segundo, pensativa y entonces estalló.
Tania: ¡Ah no! ¡Eso sí que no! No pienso irme de Evergreen, este es nuestro hogar, aquí tengo a mis amigos, Uri, este piso es lo único que nos queda de papá y mamá, ¡es el único recuerdo que me queda de ellos! ¡No pienso venderlo!
Tania se levantó enfadada y se encerró en su habitación… Uri quedó sentado en el sofá, abatido… Por un lado entendía a su hermana pero por el otro le dolía que estuviese siendo tan egoísta, era algo bueno para su futuro, él había sacrificado mucho por ella, ¿No se merecía, acaso, aquel golpe de suerte? ¿Lo iba a dejar escapar solo por la pataleta de una niña?
Aquella noche apenas pudo dormir, no paraba de pensar en los pros y contras de aceptar aquella oferta. Al amanecer había tomado una decisión. Se levantó, se duchó y empezó a hacer el desayuno. Al poco escuchó como se levantaba Tania, se sentó a la mesa a desayunar con él.
Tania: Uri… Siento la rabieta de ayer… Me vino todo de sopetón pero llevo dándole vueltas toda la noche y creo que mereces ese puesto bro… ¡Si tenemos que irnos a Windenburg pues nos vamos!
A Uri se le iluminó la cara, sabía que tenían una gran conexión y ahí tenía nuevamente la prueba de ello, los dos habían pensado exactamente lo mismo. Se sentía feliz de no tener que llevarse a su hermanita por la fuerza. Así que esa misma mañana llamó al teléfono de la carta para aceptar el puesto y para su sorpresa aún había otra buena noticia, le ofrecían alojamiento, la empresa tenía casitas para sus trabajadores, solo pagarían un pequeño alquiler, por lo que ya lo tenía todo atado.
Cuando llegaron a Windenburg los hermanos quedaron maravillados, ¡qué pueblecito más pintoresco!, las casitas eran todas muy parecidas y le daban un aire señorial, las calles adoquinadas, en cada rincón había parques, los artistas deambulaban por él en busca de el mejor lugar para hacer un retrato.
Entraron en su nuevo hogar, Tania corrió por toda la casa para ver cada rincón, y se fue derecha a elegir habitación. A Uri se le caía la baba de ver a su hermana tan emocionada. Se aposentaron y prepararon la cena, al día siguiente Tania empezaba en el nuevo instituto y Uri se iniciaba en su nueva profesión.
Los días han ido pasando y los chicos no pueden estar más felices. Uri lo está dando todo en los estudios y el trabajo le apasiona. Tania ha hecho amigos súper rápido. Justo esa tarde llevó a una compañera de clase para hacer un trabajo.
Tania: ¡Hola hermanito! Te presento a Alani, tenemos que hacer el trabajo de mates juntas. Alani, este besugo de aquí es mi hermano Uri.
Uri la sonrió, “qué muchacha tan peculiar”, pensó. Ese pelo anaranjado y las pequitas de la cara le hacían parecer más niña de lo que era en realidad. La timidez con la que lo miraba le pareció de lo más tierno. Salió de su ensimismamiento y respondió:
Uri: Encantado de conocerte Alani.
Vale, me tienes ya enganchada! ¿Cómo lo haces para hacer Sims que transmitan tanto con sólo una mirada?! Joder, es la primera vez que me ocurre, en serio! Uri y Alani son brutales!
Ay, pobres niños que tuvieron que crecer tan pronto con toda la situación pero al final se han convertido en niños increíbles y más unidos que nunca
Ay ay ay que acabo deeeee morir muerta ala ya estoy modo shippeo total 😂😂😂😂 me enxanta Uri, a ver tiene el toque de Love, asi q es normal jajja 😏 y veo potencial para amorcitooo❤️❤️❤️ y Taniaaa. Jajaj me encantaaa es preciosa... 😍😍😍😍
Ains, Uri es el mejor hermano del mundo mundial, ha cuidado de su hermana tan arduamente que es digno de admirar, lo amo, y joooooo ya me imagino a Conrad en plan: ¡Qué veo! Un rival! 🤭🤭😏
Nueva parejita a la vistaaaaa 🤣🤣