9. Un cuento de hadas y robots asesinos

Salimos juntos de casa y fuimos caminando en silencio, me sentía tan inquieta, estaba esperando que en cualquier momento me soltara una de las suyas y ya me tuviera todo el camino mosqueada, entonces…

Uri: Oye Alani, siento lo de esta mañana, no esperaba que estuvieras tú en el baño… Con mi hermana no hay muchos secretos… Debí llamar a la puerta antes de entrar…

Alani: No pasa nada… Es solo que…

Uri: Ya, ya. Sé lo que he dicho… sólo quería quitarle hierro al asunto, de verdad siento si te he ofendido, no era mi intención hacerte daño.

Fuimos hablando todo el camino. Me pareció súper agradable, nunca habíamos estado hablando tanto rato y de una manera tan cercana. Me explicó como había sido su vida desde que le dieron la noticia del fallecimiento de su padre, se me encogió el corazón, ha sacrificado tanto por tirar para adelante a su hermana…

Alani: Bueno, mira el lado positivo, ¡vas a ser un experto papi!

Uri: ¡Jajaja! Llevo toda mi vida cuidando a una niña, créeme, lo último que quiero ser es padre.

Alani: ¿Me lo estás diciendo en serio? Pero… ¿y tu novia? ¿No tiene nada que decir en todo esto?

Uri: No tengo novia ni tampoco quiero tenerla, la verdad…

Alani: Ups… he metido la pata ¿verdad? Eres gay y yo aquí hablando de novias…

Uri aún se reía con más fuerza.

Uri: Ay zanahoria… que grandes momentos me das… Algo debo hacer mal para que pienses eso… No, no soy gay, me encantan las mujeres, que lo sepas.

Simplemente no me apetece atarme a ninguna, llevo mucho tiempo sin dar explicaciones a nadie, no necesito tener una mujer al lado que me controle, que se ponga celosa si hablo con otra chica… Paso.

Alani: Pues no lo entiendo… ¿No te has enamorado nunca? Yo veo a mis padres y se me llena el corazón… Como papá cuida a mamá… Como ella está pendiente de él… Es muy bonito tener a alguien que te espera, que te cuida, que te mima…

Sin darme cuenta ya estábamos en casa, se me había hecho muy corto el camino, me hubiese quedado más rato hablando con este Uri… Me sonrió y me dijo:

Uri: Zanahoria, claro que me he enamorado y he tenido novia, para tu información. Pero los cuentos de hadas no existen… Ese amor que acostumbráis a leer en vuestros libros de príncipes y princesas no es real. El amor duele, te hace padecer, a veces, aunque todo vaya bien, incluso te pone triste… Estoy casi seguro que no todo son buenos días para tus padres… Simplemente tú no lo ves.

Me voy, a ver si te pasas más por casa, que me gusta ver esa cara pecosa de vez en cuando.

Me guiñó el ojo y se fue. Yo me he quedado plantada en la puerta, viendo cómo se alejaba y pensando en todo lo que habíamos hablado.

Han pasado algunas semanas desde aquel día y cierto es que he vuelto a ir un poquito más a casa de Tania. Uri sigue metiéndose conmigo y riéndose de lo patosa que soy pero ya no me molesta tanto… Incluso me empieza a gustar que me llame Zanahoria… ¿Me estaré volviendo loca?

Este finde dormía con Tania, habíamos quedado que la recogería por la tarde y nos iríamos a tomar algo en la cafetería que había en la plaza del pueblo. Cuando llegué a su casa me abrió Uri.

Uri: ¡Buenas tardes señorita zanahoria! ¿Qué se le ofrece por aquí?

Alani: Que manía con lo de Zanahoria… vengo a por Tania, quedamos para vernos.

Uri: Mi hermana no ha llegado todavía, ayer la llamaron su pandilla de Evergreen y la liaron para ir, pero me dijo que estaría por aquí por la tarde. Pasa si quieres, no creo que tarde mucho.

Entré y vi que Uri tenía el ordenador encendido así que entendí que estaba trabajando y me ofreció algo para tomar mientras esperaba.

Uri: ¿Quieres un vaso de agua?

Alani: ¿En serio? ¿Un vaso de agua?

Uri: ¡Jajaja! Perdona, perdona, no te enfades, ¡era coña! ¿Un zumito de naranja? ¡Jajaja! 🤣

Que coraje me estaba entrando de repente, ¿Quieres dejar de tratarme como a una niña? 😤

Empezamos a forcejear y una cosa llevó a otra y caímos los dos en el sofá… Estaba encima de mí, notaba todo su cuerpo, nunca lo había tenido tan cerca, realmente es muy guapo… Y pensando en eso me ruboricé.

Uri se me quedó mirando, me estaba poniendo nerviosa por momentos y en un impulso lo besé. Cuando nos separamos nos quedamos un instante callados, no nos movíamos, ninguno daba el paso, entonces él acarició mi mejilla y me besó. Me abracé a él, no quería que se separara de mí, no quería que parara, entre susurros y con la respiración acelerada me dijo:

Uri: Zanahoria, déjame respirar…

Los dos nos reímos, seguía abrazada a él, no quería soltarle, estaba a punto de hablarle cuando se levantó.

Uri: Esto es una locura…

Alani: No… Uri… Mírame, por favor…

Me miraba contrariado, seguía acelerado, y mirándole a los ojos me he dado cuenta que estoy locamente enamorada de él.

Uri: Alani… eres una niña... Eres la mejor amiga de mi hermana… No está bien… No puedo regalarte un cuento de hadas…

La conversación no iba por donde yo quería, no quería que terminara así, necesitaba que me volviera a besar, que me abrazara…

Alani: Nunca te dije que creyera en cuentos de hadas… Para tu información, mi cuento favorito es sobre Robots asesinos que exterminan a la especie humana.

Uri: Guauuuu… que malota eres 😏…

Y seguimos besándonos.

El móvil de Uri sonó, le llamaba Tania, se levantó de un salto y lo cogió.

Tania: ¿Uri? ¿Dónde te has metido? ¡Te he mandado un montón de mensajes!

Uri: Perdona… estaba liado con el curro, tengo un montón de informes que terminar y tenía el móvil en silencio…

Tania: ¿Estas bien? Te noto raro…

Uri: Si, si… ¡claro! ¿Qué te ha pasado? ¿Tengo que venir a buscarte a algún lado?

Tania: ¡De eso tratan mis mensajes besugo! ¿Ha pasado Alani por casa? Es que al final me quedo aquí con la trupe, hoy es la inauguración de un bar y queremos ir juntos, me quedo a dormir en casa de Jasper. Ya le he mandado un mensaje a Alani pero no lo ha visto… Espero que no se haya molestado…

Uri: Si, si, ha pasado, pero le dije que estabas en Evergreen y se ha ido… Seguro que no te lo tiene en cuenta. ¡Disfruta hermanita! ¡Eh! Y con conocimiento y precauciones siempre please.

Tania: ¡Jajaja! Seeeep... ¡Póntelo, pónselo siempre!

¡Te quiero hermanito!

Uri: Tania no va a venir, se queda en Evergreen… se ha hecho súper tarde, te acompaño a tu casa…

Me levanté del sofá, él estaba yendo ya hacia la puerta para salir y yo me quedé quieta.

Alani: No quiero irme Uri…

Suspiró.

Uri: Zanahoria, Tania no va a estar, tus padres se preocuparán…

Alani: No me importa que no esté y mis padres no se preocuparán porque me iba a quedar a dormir con ella…

Me acerqué a él y le abracé, él me miraba, tenía una mirada tan tierna… y empezamos a besarnos otra vez.