3. Vacaciones en Brindleton Bay

¡Por fin han llegado las vacaciones de Verano! Este año vamos a hacer ruta, papá tenía muchas ganas de ver a todos sus amigos, ¡ya tocaba! Así que empezamos con la primera parada, y estos son Coral y Alaris, viven en Brindleton Bay, en una casita en el faro, lejos de las suspicaces miradas de los vecinos, allí nuestros amigos podían ser ellos mismos sin miedo al qué dirán.

Sé que tuvieron muchos problemas cuando Coral se convirtió en vampiresa, pero desde que Alaris derrotó al líder del Clan Straud no los han vuelto a molestar, ni a ellos ni a su familia.

Se me hace raro ver cómo año tras año ninguno de los dos envejece, con su fina piel de porcelana y esas manos tan frías… Es, cuanto menos, curioso 🤔.

Con ellos vive Layla, es un poco más pequeña que yo y me lo paso genial cuando nos juntamos, es muy divertida y a diferencia de su padre, ella si va al cole desde pequeña. Además recibe instrucción mágica por parte de su abuelo Morgyn, y su abuelo Caleb le ayuda con todo lo relacionado con sus poderes de vampiro. Alaris y Coral siempre han mantenido que lo mejor es que su hija haga vida normal, tenga amigos y socialice. Confían plenamente en ella.

Cuando papá vio a Coral fue corriendo a pegarle un gran abrazo.

Zuria: ¡Dios mío pelirroja! ¡Estás preciosa! ¿Cómo os va todo? ¿Habéis vuelto a tener noticia del Clan Straud?

Alaris entre risas se acercó a donde estaban ellos.

Alaris: Oye, voy a empezar a ponerme celoso si sigues haciéndole tantos cumplidos a mi mujer... Los Straud están tranquilos en sus tinieblas, pregunto constantemente a mis padres y mi tía, por el momento todo está tranquilo.

Malena: ¡Cuánto me alegro chicos!

Layla vino corriendo a abrazarme, nos veíamos muy poquito pero teníamos un vínculo especial, nuestros padres eran mejores amigos, nos conocemos desde que somos unos bebés, además pasaba muchas vacaciones en casa de sus abuelas en Oasis Springs.

Layla: ¡Madre mía Alani! ¡Estás más grande que el año pasado! ¿Qué tal te ha ido el viaje? ¿Te has mareado en el ferry? Aquí el mar suele estar siempre movido… algunos de mis amigos cuando vienen a casa les da la vomitona ¡jajaja!

Alani: ¡Que vaaaa! Si ha sido genial, bueno… ¿te cuento un secreto? Mamá sí que se ha mareado un poco, pobrecita viene todo el camino con el estómago revuelto, pero ¿yo? ¡SOY SUPER FUERTE!

Alaris y Coral nos dejaron instalarnos en una habitación de su casa, al fin y al cabo ellos no dormían y a mí me dejaron ir a dormir con Layla en su habitación.

Layla: ¡Mi yayo Caleb me ha traído unos libros de terror que vas a alucinar! ¡Esta noche prepárate porque no vamos a dormir nada!

Mientras jugábamos, mamá se quedó en la cama descansando, no le había sentado muy bien el viaje y estaba mareada.

Coral: Zuria, ¿qué tal está Malena? La he notado algo descompuesta al llegar…

Zuria: Si… Debe ser del ferry, el mar estaba bastante revuelto y daba bandazos constantemente… Se ha quedado durmiendo un rato, a ver si se le pasa un poco…

Coral: ¿Cómo están tus padres? ¿Y Naos? Hace muchísimo que no lo vemos, pégale un tirón de orejas de mi parte, ya podría haber venido con vosotros que aquí no estamos faltos de espacio.

Zuria: Bien, bien, mis padres están genial y Naos, bueno, ¡nos vuelven a hacer tíos! Liliam está embarazada ya del segundo trimestre y ya hemos quedado para terminar de pasar las vacaciones juntos en Sulani, así que no ha querido forzarse más con otro viaje. Pero queda pendiente otra quedada con él, prometido.

Ya por la noche, Coral nos hizo una buena cena para todos, aunque ellos no comían comida como nosotros no les hacía nada compartir mesa y hacer como cualquier familia normal, mamá ya se encontraba mucho mejor, tal vez sí que solo necesitaba descansar un poco, y estuvieron toda la velada contando batallitas de cuando papá era niño, me reía mucho con las locuras que llegaron a hacer con Coral a la cabeza, creo que de pequeña tuvo que ser una chica súper divertida 😝.

Ya era hora de irse a la cama, la verdad es que yo estaba muy muy cansada del viaje y a la segunda palabra que escuché de Layla me quedé frita… Ay pobre… creo que las historias de miedo las vamos a tener que dejar para otro día 👉👈.

Nos quedamos un par de días más en Brindleton Bay e hicimos un poquito de turisteo por aquel pueblito costero. La zona del puerto era muy bonita y había tantos animalitos, ¡ay que monos por favooooor! Daban ganas de quedártelos todos 🥺.

También tenía un montón de senderos para explorar y parques grandes donde poder jugar. Me lo he pasado requetebién aquí, aunque ya toca hacer maletas para el próximo destino.