19. Una noche de juerga accidentada

¡¡Por fin he terminado mi Plumbot!! ¡Frankenbot ya es una realidad! Y es maravilloso y espectacular (claro, es mío 😎). Que pasada, es que hace de todo, puedo tener hasta una conversación fluida con él…

¡Jo! Ya tengo un nuevo mejor amigo, creo que voy a llorar de la emoción 🥹.

Víctor desde lo de la otra noche está más serio y callado. Se encierra bastante en su mundo, no entiendo muy bien qué le pasa, pero cuando me acerco siempre me dice:

Víctor: Al, todo está bien… Estoy agobiado con los exámenes y las presentaciones, me costó mucho entrar aquí y no quiero cagarla ¿sabes?

No me deja muy convencida, con los demás parece que está mejor de lo que está conmigo 🙄, yo ya desisto, si le pasa algo ya me lo contará.

Ayer era sábado y no tenía ni un plan a la vista.

Víctor se fue a pasar el finde a San Myshuno con sus padres y su hermana, ahora hace muchos meses que no se ven. Yo pensaba dedicar el día a mi ordenador, mejorar a Franky (Frankensbot es muy largo 😝) y adelantar temario peeeero… Mensajito de Tania al canto:

“Holi neni! Prohibido negart! Esta noche fiesta en la disco del pueblo, ponte rompdora q vamos a triunfar! 💅💃💃”

Así que doña Tania ya me había planificado el finde.

No me apetecía para nada salir, mi plan era mucho más atractivo, pero bueno, cierto es que hacía meses que no nos veíamos, una noche no iba a hacer daño a nadie, llevaba bien la carrera y los exámenes y proyectos ya estaban terminados. Así que me fui a arreglar para el “fiestón” de Tania.

Llegué a la Disco y Tania estaba en la entrada esperándome, me recibió con un fuerte abrazo y nos metimos para adentro. Había ambiente, estaba guay, fuimos a la pista a mover un poquito el esqueleto. Me lo estaba pasando genial, la verdad es que al final no había sido tan mala idea salir.

Tania tuvo que irse un momento, pronto le tocaba hacer su discurso y debía preparar unas cosas y me quedé sola.

Un chico se acercó y empezó a charlar conmigo, era simpático y decía cosas muy divertidas, así que le seguí el rollo. Se llamaba Álvaro y justo había terminado la carrera de física, estaba allí celebrando su graduación con unos amigos. Poco a poco se fue acercando más a mí, me empezaba a poner nerviosa. ¿No podía correr un poquito más el aire? Yo iba retrocediendo, pero Álvaro empezó a cogerme por la cintura para atraerme a él.

Alani: Oye… esto… Tengo que salir, mi amiga debe estar buscándome…

Álvaro: Venga… nos lo estamos pasando bien… te gusto, noto como me miras… Abajo hay unos armarios muy amplios…

Alani: ¡¿PERDONA?! ¡Yo no te estoy mirando de ninguna manera! ¡Sólo estamos bailando y teniendo una conversación!

Me zafé del chico como pude, pero él me sostuvo.

En ese momento unas cálidas manos envolvieron mis brazos y Álvaro me soltó, noté como posaban un besó en mi hombro y con una voz muy tierna me dijo:

Uri: ¡Ey Cariño! ¡Por fin te encuentro! Te estaba buscando…

Perdona… ¿Necesitas algo chaval?

El chico nos miró con cara de sorpresa.

Álvaro: Perdona… No sabía que tenías novio…

Nada, nada, estábamos charlando pero yo ya me iba. ¡Qué terminéis de pasar una buena noche!

Se fue corriendo y yo no me atrevía a girarme… Sabía perfectamente quien era… No quería mirarle, tenía el corazón a mil por hora.

Uri: ¡Ey Zanahoria! Menudo pulpo tenías encima ¿no? ¿Estás bien?

Me giré bruscamente y con cara de enfado le espeté.

Alani: No necesitaba tu ayuda, lo tenía más que controlado.

Uri me miraba serio y me acarició la mejilla, sentí que me iba a derretir de un momento a otro pero aguanté el tipo.

Uri: Si, si… controladísimo…

Mientes fatal zanahoria. Un gracias no estaría nada mal ¿no te parece?

Alani: ¡Aaaaargh! ¡Eres odioso Uri! No tengo nada que agradecerte.

Uri: Veo que no me hiciste mucho caso… Sigues estando muy delgada Alani.

¡Vamos! Eso era el colmo, ¿encima tenía que aguantar una regañina?

Alani: Para tu información cómo estupendamente, tal vez sea porque me ejercito mucho con tanto chico por la residencia, tu novia me abrió un abanico de posibilidades.

Uri: Vaya… ¿Acaso pretendes ponerme celoso?

Alani: ¿Acaso lo estoy consiguiendo?

Uri se me quedó mirando, callado, seguía muy serio. En mis ojos un atisbo de desafío pudo ver. Me cogió de la cintura y me atrajo hacia él... Podía notar su cuerpo tan cerca del mío, me hizo estremecer. Podía sentir su respiración agitada, el calor de su aliento.

Necesitaba besarle, sentirle de nuevo. ¿Qué extraño magnetismo tenía para hacerme sentir así?

Iba a lanzarme, iba a besarle y que fuera lo que dios quisiera…

Y apareció Tania de la nada.

Uri me soltó rápido.

Tania: ¡Tía! ¿Dónde te habías metido?

¡Uri! ¡También has venido! ¡Qué ilusión!

¿Te quieres creer que mi hermano aún no había venido a preocuparse de mis labores medioambientales? Menudo apoyo tengo en casa…

Uri le deseó suerte a su hermana y se fue hacia otro lado. Yo le pedí disculpas a Tania, necesitaba tomar un poco el aire y mientras ella preparaba su discurso yo me fui a la entrada de la discoteca a despejarme.

Y esa noche la mala suerte estaba de mi lado, pues al salir ahí estaba la loca de Ana con su séquito 🤦🏻‍♀️.

Empezó a increparme.

Ana: ¡Eres una fulana! Teniendo a Víctor al lado y ¿coqueteando con toda colita que se te ponga por delante?

Alani: Mira muchacha… Métete en tus asuntos ¿vale?

Oye, hoy no tengo el día, así que metete dentro o lárgate y a mí me dejas en paz, ¿Estamos?

Ana seguía increpándome, envalentonada por el apoyo de sus amigas.

Alani: ¡Ya basta! No estoy con Víctor, ¡no le debo nada! Aun así, si ha pasado de ti es por lo siguiente: léeme bien los labios preciosa: NO – LE – GUS – TAS.

¿A quién le va a gustar una tipa tan insufrible como tú?

Mira chiquita, vete a dar 3 vueltas, bájate los humitos de niña malcriada que me llevas y luego tal vez algún chaval se fije en ti.

¡Con dios! 🖕🏼

Y me fui para adentro dejándola con dos palmos de narices. Me había ganada otra enemiga 👿.

Ya estaba nerviosa por lo que había ocurrido con Álvaro y Uri y lo que pasó con Ana y su séquito de brujas no había hecho más que empeorarlo. Estaba tan alterada que me fui derecha a la barra del bar y me puse a beber como una cosaca… No sé ni cuantas bebidas cayeron… Creo que probé todos los combinados habidos y por haber… Recuerdo vagamente ese lapso de tiempo.

Sólo puedo recordar que me encontraba fatal, tenía unas ganas de vomitar descomunales, ¡en mi vida había bebido! Ahora tengo claro que nunca más lo volveré a hacer 😵‍💫.

Mientras bebía, creo que Tania ya estaba proclamando su discurso en el micrófono… madre mía… ni recuerdo si lo hizo bien o mal… ¡Soy una amiga horrible! 😔

Recuerdo que, al rato, estaba yendo como podía al baño y Tania me encontró, me sujetó y me iba gritando.

Tania: Pero Alani, ¡¿Qué has hecho tía?! ¡¿Cuánto has bebido?! No te tienes ni en pie…

Me dejó en un sofá de la planta de arriba y me dijo que iba a buscar ayuda.

Lo último que recuerdo es a Uri cogiéndome y llevándome fuera, no recuerdo que me decía, pero fijo que me estaba pegando la bronca, ¿Cómo no? Zanahoria, por aquí… Zanahoria por allá… ñiñiñiñi… ñiñiñá ñiñiñá… 😓

Me metió en su coche y fuimos con las ventanillas bajadas, de eso estoy segura porque no veas que rasca hizo durante todo el trayecto 🥶.