11. Te regalo una sorpresa

Después del incidente del parque, Conrad no nos ha vuelto a molestar, ni a Taro ni a mí y por supuesto a Tania ¡menos!

Han ido pasando las semanas y después del cumple de mi hermano no ha habido mucha novedad. De vez en cuando voy a casa de Tania, aunque veo muy poco a Uri, está a tope de faena y se queda hasta tarde en el trabajo, nos mensajeamos cada día y cuando nos vemos siempre está Tania así que poco podemos hacer, algún beso de extranjis y poco más… Tengo tantas ganas de volver a estar con él.

Otras veces quedamos también con Taro y nos vamos al parque a charlar y pasar el rato. Ha empezado a salir con una chica un poco en serio, está más atontao mi niño con ella y a mí me hace una gracia verlo así…

Tania: ¿Y qué Taro? ¿Ya te has estrenado?

Alani: ¡Tía! Tu sin filtros eeeeh… ¡vaya tela!

Tania: ¡¿Qué pasa?! No tiene nada de malo Alani, que ya tenemos una edad tía, yo lo hice por primera vez con 14 años, con un colega de la pandilla en Evergreen. ¡Ale! Ya os lo he dicho.

Taro: ¡Jajajaja! Joder Tania, eres precoz en todo tía… Pero… Si, si… me estrené… 😳

Taro: Bueno… y ya que estamos aquí contando nuestras intimidades… ¿Tú qué Alani? ¿Qué tal te va con esa persona misteriosa que tan loca te vuelve? 😏

Alani: ¡Anda ya! No, no… No os pienso decir nada… Me niego. Que vosotros seáis unos desvergonzados no quiere decir que yo lo sea… En ningún momento la pregunta ha sido mía 😤.

Tania: ¡¡AAAAAAAH!! ¡Alaniiiiiii! ¡Mala personaaaaa! ¡¿Has tenido tu primera relación sexual y no me lo has contado?! Que fuerte me parece tía…

Me puse roja como un tomate.

Taro: ¡Mírala Tania! ¡Si está roja como un tomate! ¡Que la has pillao!

Los dos se partían el culo. Me encanta pasar estos ratos con ellos, me hacen volver a cuando solo era una niña que en lo único que pensaba era en jugar y hacer trastadas…

Han pasado los meses y estamos en la última semana de instituto, ¡que ganas de pillar vacaciones dios mío! Papá y mamá están un poco mosquis con mi hermano, parece que no ha sacado el curso muy allá… Le tocará ir a repaso todas las vacaciones. Aquí la menda ha sacado notazas así que ¡vía libre! Aunque ya le he dicho a mi hermano que le voy a echar una mano con algunas asignaturas.

Últimamente Tania anda algo apagada… He intentado hablar con ella pero se cierra en banda, me dice que solo tiene morriña de Evergreen y que ya se le pasará, he estado tentada de comentarle algo a Uri... pero supongo que él también lo debe notar, la conoce mejor que nadie. Así que no le he dado más vueltas, estoy segura que pronto tendré a mi Tania de vuelta, además este finde se va a Evergreen así que volverá con pilas recargadas.

Hoy he recibido mensaje de Uri:

“Ey Zanahoria! Este finde t pueds scakear de tus padres?? T tengo 1 sorpresa 😉"

¡Me he puesto hiper nerviosa! ¿Una sorpresa para mí? Estaba deseando saber que era, he ido volando a pedirles permiso a mis padres para ir a dormir a casa de Tania (bueno… mentira, mentira… no es… 👉👈), evidentemente la respuesta era SI así que enseguida le he contestado:

“Uri! Permiso concedido 😁”

Quedamos el sábado a las 6 de la mañana en su casa. Estaba nerviosa, desde la noche en la que estuvimos juntos no habíamos podido estarlo más, no habíamos pasado más allá de 4 besos rápidos, tenía tantas ganas de estar con él… Toqué a la puerta, pensé que me haría entrar pero me llevé un chasco, salió cargado y nos fuimos al coche, ni un triste beso nos dimos…

Cuatro interminables horas de coche ¡DIOS!, creo que cabeceé unas cuantas veces, pero finalmente llegamos al lugar de su sorpresa, una pequeña casita rural en un pueblecito a tomar por saco… ¿Villabolsona? ¿Gallina de la Villa? Mira, no me acuerdo del nombre que me dijo, pero ciertamente era un lugar muy tranquilo y bonito, olía a bosque y bueno… un poquito a abono también, pero era un paraje encantador y la casa era muy chula.

Antes de entrar, mientras cogíamos las maletas, me estuvo explicando que en el curro le habían regalado la estancia, era un reconocimiento por lo buen trabajador que era y la implicación que estaba teniendo con la empresa.

Me encanta mirarle cuando me explica cosas, su cara reluce felicidad y sus ojos desprenden un brillo… Me alegra tanto que las cosas le estén yendo bien.

Uri: Bueno zanahoria, será mejor que entremos y nos vayamos aposentando, esta tarde quiero ir al centro del pueblo ¡a ver que se cuece por aquí!

Ya había perdido toda esperanza de pasar un rato “íntimo” con él, estaba muy emocionado con aquel lugar y seguro que nos íbamos a pegar todo el día dando vueltas por ahí.

Alani: Uri, ¿dónde dejo mis cosas? ¿Qué habitación me quedo?

Uri se acercó sonriéndome y me envolvió con sus brazos, mi cuerpo se tensó.

Uri: Zanahoria… sólo hay UNA habitación…

Empezamos a besarnos, poco a poco nos fuimos desnudando, disfrutando de cada caricia, Uri me susurró con la voz ronca “Joder Alani, que ganas tenía de esto…” y me llevó al sofá.

Nos quedamos traspuestos.

Me desperté y Uri seguía dormido, me quedé un rato embobada mirándolo, el corazón me iba a mil por hora, tenía tantas ganas de abrazarlo, de besarlo, no quería que ese fin de semana terminara, ¿Cómo podía hacerme sentir todo aquello? Esa felicidad. Ahora podía entender un poquito más lo que sentían mis padres el uno por el otro, era una sensación tan reconfortante…

Uri: Zanahoria, no sé qué se te está pasando por la cabeza ahora mismo pero puedo asegurarte que esa cara me está poniendo a cien…

Me puse colorada como un tomate, él se rió y me volvió a besar. Es tan agradable poder besarle sin prisas, disfrutando de sus labios, jugando con su lengua...

Uri me frenó.

Uri: Eh… guarda energía porque esta noche no te voy a dejar dormir, me debes unos cuantos… Vamos, vístete, preparo algo rápido y nos vamos a comer, me dijeron que por aquí hay una zona súper chula para hacer picnic.

Alani: No tengo hambre… yo de la casa no salía…

Me sonrió y me apartó con delicadeza, se vistió rápido y fue a preparar algo, yo también me levanté y me vestí, fui al baño a terminar de adecentarme y cuando salí ya estaba todo listo para salir.