11. In Game (parte I)

<<¡Lo tenemos dentro! ¡Ha sido pan comido! ¡Tío, es increíble el monstruo que nos has creado!>>

Liath dio a enviar aquel mensaje, ya estaba hecho, Rein era su “socio” en aquel pequeño sueño que cada vez se iba haciendo más y más grande.

Se pasó el resto de la tarde terminando de cifrar códigos, y solventar pequeños errores gráficos que habían surgido al añadir el código de Rein. Por lo demás, su juego funcionaba PERFECTO y cada vez tenían a más jugadores Online, se podía decir que su juego lo estaba petando.

Fue a hacerle una visita a su hermana, tenía unas ganas tremendas de ver a su diablilla favorita y ¿Por qué no? Tocarle un poquito la moral al friki de su cuñado.

Mientras estaba con ellos recibió la llamada de Yuki, se había graduado ya en la Universidad y ahora impartía clases de Informática en el Instituto de Windenburg, seguían hablando a menudo.

Yuki: ¡Ey Liath! ¿Vas a pegarte hoy una partidita al Storm Warriors? Tengo ganas de probarlo, podríamos hacer equipo ¿no? Los chavales del Insti están flipados con tu juego… Me da un poco de vergüenza no haberlo jugado todavía ¡jeje!

Liath: Vaya tela… Ten amigos pa esto… Estoy visitando a mi tata, pero en cuanto llegue a casa te pego un mensaje y nos conectamos ¿te hace?

Cuando llegó a casa Casius y Moira ya estaban en el sofá teniendo otra de sus tontas discusiones, si no era por cual era mejor actor, era por cual les hacía reír más y sino por qué serie era más buena, últimamente estaban de uñas casi todo el día.

Liath: ¡Ey chicos! Ya estoy en casa…

Oye, en lugar de estar ahí discutiendo ¿os apuntáis a una partidita Online de Storm Warriors con Yuki?

Casius: Pfff… Casi que mejor… Moira no tiene ni idea de pelis tío… ¿Cómo puede echarme por tierra Simanecer de los Muertos? ¡Es un puto clásico!

Moira: Y dale… ¡Que no estoy echando por tierra nada! Pero tiene unos efectos de pena comparado a lo que se ve hoy en día…

Moira: Mira… ¿Sabes qué? Déjalo… Vamos a pegarnos esa partida anda…

Todos se conectaron a sus ordenadores, auriculares en ristre, listos para empezar una nueva aventura en su juego, Yuki al otro lado del auricular lista también.

De repente la pantalla empezó a parpadear.

Casius: Oye… ¿Le pasa algo a la luz? Me está parpadeando la pantalla… ¿Os está pasando a vosotros también?

Moira: Pues la verdad es que tenía ganas de reírme de tu mierda de ordenador… pero tengo que decir que me está pasando también…

Liath: Que raro… La alimentación está correcta y la luz en casa llega bien…

Yuki: Oid chicos... No sé si tendremos algún problema con la corriente pero la pantalla me parpadea un montón... ¡Si veis que me desconecto no os asustéis!

Liath se quedó helado en cuanto Yuki dijo eso… ¿Tal vez estaba fallando el servidor?

Pero era extraño… Si falla un servidor no suele parpadear la pantalla… Simplemente el juego deja de funcionar… No encontraba lógica a lo que estaba ocurriendo.

Los parpadeos cada vez eran más rápidos, emitiendo una luz blanca intensa, cada vez más parpadeos, la luz cada vez era más cegadora.

Moira empezó a gritar.

Moira: ¡Liath! ¡¿Qué coño está pasando?! Me estoy empezando a encontrar mal, tengo una sensación extraña…

Y esa misma sensación se apoderó de él. De repente, como si le hubiesen atizado un fuerte golpe en la cabeza, le empezó a doler intensamente y se desplomó. Todo se sumió en una terrible oscuridad.

Poco a poco fue recobrando el sentido. Estaba tendido en el suelo, le costaba un poco enfocar… Pero… aquello no era el suelo de su habitación… Se levantó poco a poco mirando a su alrededor. Una gran llanura se extendía ante él, verde como las esmeraldas, arboles a lo lejos, casitas repartidas por las laderas del río que flui cerca… Siguió buscando y cerca de él se encontró a sus amigos, pero…

Liath: Joooooder… ¿Casius?

¡¿Eres tú?!

¡¿Qué coño ha pasado?!

Junto a él, un Casius sin camuflar y con unas ropas un tanto extrañas se levantaba también con la cara desencajada.

Casius: ¿Liath? ¿En serio eres tú? Tío…

¡Tío, tío, tío!

¿Nos hemos muerto? ¿Nos estamos volviendo locos?

Liath seguía mirando a su primo que estaba aún en shock, solo alcanzaba a mirarse las manos y parte de su ropaje.

Aquellas manos… Esas uñas… Aquellos pantalones…

El grito de Moira a su lado le hizo pegar un brinco.

Moira: ¡CHICOS! ¡¿DÓNDE COJONES ESTAMOS?!

Liath no podía dejar de mirar a sus dos amigos… Sus ropas, su aspecto…

Volvió a mirar aquel mundo que lo rodeaba y empezó a sentir una presión en su pecho.

No… No podía ser cierto… Era una auténtica locura… Tenía que estar soñando, seguro que se había desmayado con los parpadeos y estaba teniendo un sueño. Si, seguro que era eso.

Liath: Vale, vale… Chicos… que no cunda el pánico…

A ver…

Miraos…

miradme.

Soy un vampiro ¿verdad?

Los muchachos asintieron a la vez.

Liath: Estamos en el jodido juego…

Seguro que nos hemos desmayado y esto es un sueño… Tiene que serlo…

Una dulce y contrariada vocecita interrumpió a los amigos.

Yuki: ¿Liath?

¿Eres tú?

Yuki: No… No entiendo nada…

Hubo unos parpadeos y luego una luz cegadora, y luego me desmayé… Y ahora…

Liath se la quedó mirando anonadado, ¿Cuánto tiempo hacía que no tenía a Yuki delante?

Estaba cambiada, ya no era aquella muchacha que dejó en la Universidad, se veía más mayor, más madura, y aunque iba con los atuendos del juego, había elegido una Elfa del bosque, podía verla perfectamente como era, aquellas orejitas la hacían más adorable si cabía.

Pero esta visión descuadró a nuestro chico, porque si realmente era un sueño, ¿no debería ver a Yuki tal y como la vio por última vez? No se habían vuelto a ver desde entonces… ¿Tan lejos podía llegar su mente al punto de imaginar cómo había crecido? ¿Cómo había madurado?

Yuki se abrazó a Liath asustada y Casius y Moira se quedaron cerca de él, observando todo aquel mundo que ellos mismos crearon y construyeron.

A lo lejos atisbaron como una silueta se acercaba, cuando ya estaba a su altura se presentó.

Wendil: Bienvenidos a Anairam, el reino de los mayores Magos que el Universo haya podido conocer, yo soy Wendil y os guiaré en el inicio de vuestra aventura.

Moira: Vaaaale… emmm… Wendil, ¿Qué se supone que debemos hacer exactamente?

Casius: ¿En serio Moira? ¡¿Lo preguntas en serio?!

Estamos en el juego tía… Tenemos que cruzar los tres reinos y llegar al Monstruo final para liberarlos de la maldición, ¡que nos has ayudado a crearlo!

Wendil: ¿Juego? ¿de qué estás hablando?

Wendil: Necesito que me acompañéis a mi Reino, está en peligro, un terrible Mago se ha hecho con el control de nuestros portales. ¡Es imperativo que vayamos cuanto antes!

Wendil: Recordad, por el camino encontraréis criaturas contra las que deberéis luchar, posadas en las que poder descansar, pequeños establecimientos donde poder abasteceros de armas y pociones, entrenad a diario para estar preparados para la batalla.

Wendil: ¡Seguidme STORM WARRIORS!