3. Un nuevo comienzo

Las vacaciones de verano tocaban a su fin… todos estábamos híper nerviosos, ¡¡empezábamos en el Instituto!! Estaríamos rodeados de chic@s más mayores y seguramente el grupo se iba a separar… eso no lo llevábamos muy bien…

El primer día de clase ha llegado y si algo tengo claro es que… ¡NO QUIERO VOLVER AHÍ!

Me he sentido súper pequeñito, tan insignificante… por suerte me ha tocado en clase con Lucas, al menos no me siento solo.

A la q si le ha tocado sola es a Jordan… estaba tan enfadada...

Fui a pasar la tarde a su casa, sé que necesitaba desahogarse, así que estuve escuchándola y animándola.

Zuria: Vamos Jordan, son 4 añitos, solo 4 añitos y nos iremos juntos a la Uni. Prometo que durante los descansos pasaré a verte.

Jordan decía que si con la cabeza, pero su carita me decía que no le convencía en absoluto.

En casa papá y mamá me preguntaron, estaban súper emocionados… Mamá recuerda con mucho cariño su época de Insti, dice que las trastadas que hacía con Julia ¡fueron épicas! Y que sus notas no se resintieron para nada… Papá, aún después de tantos años, alucina con ella.

Fui a mi habitación y papá entró detrás de mí:

Nane: Zuria mamá y yo hemos notado que no estabas tan contento como nos has hecho creer… Sé que es un cambio brusco, pero date tiempo… no tiene que ser todo perfecto hoy, ni tampoco mañana, pero poco a poco todo mejorará. Ya lo verás.

Zuria: Papá… allí no hay la tranquilidad que había en el cole… los maestros no están pendientes de nosotros, hacen la clase y se van, y si te has enterado bien y si no también… hay niños que van a pasar el rato y a molestar… y encima Jordan está sola. Es todo un rollo…

Nane: Daos tiempo mi pequeño... Sé que pensarás que es muy fácil decirlo… pero solo ha sido vuestro primer día, vuestra primera impresión, no digo que eso no sea importante… pero a veces, las cosas con el tiempo cambian.

Siempre he confiado mucho en papá, me da paz, me calma y sé que tiene a sus espaldas una gran lección de vida aprendida y aun así sigue aprendiendo… le admiro y sé que debo creer en lo que me dice… aunque hoy lo veo todo muy negro, seguro que más adelante se tornará un poquito más gris. Gracias papá.