24. Un paso más

El tiempo está pasando muy rápido, todos hemos llegado ya a nuestra fase Adulta, no podemos decir que vayamos a tener más responsabilidades que hasta ahora, pero si que tenemos cierto grado de experiencia que nos hace afrontar los retos de otra manera.

Zuria, Jordan, Joana y Coral han pasado a ser unos niños estupendos.

Siempre están juntos, pueden contar los unos con los otros. Son muy buenos niños, son amables y educados, la verdad es que no nos podemos quejar.

Y Naos ya es todo un adolescente, es muy sensato y cauto, imagino que tampoco le queda mucho remedio, no puede llamar la atención, sabe perfectamente que no lo pueden descubrir, sé que es un gran peso el que lleva encima, pero a veces hay que hacer sacrificios por tener la vida que deseas.

Becca y yo estamos orgullosos de la familia que hemos formado, con nuestros altos y bajos, pero con diálogo todo se soluciona, eso es algo que nos ha quedado muy claro en estos años. La base de una relación es el amor, la comunicación, el respeto y compartir ilusiones y proyectos.

Solo me queda un asunto pendiente… y a eso le voy a poner remedio hoy mismo, parece mentira que con todos los años que llevamos juntos esté atacadito de los nervios por lo que voy a hacer… ¡Diario deséame suerte!

¡¡Todo fue genial!! Aun estoy en una nube…

Ayer salimos Becks y yo a cenar, ¿Cuánto tiempo hacía que no salíamos ella y yo solos? Ya ni lo recuerdo, Naos se quedó a cargo de Zuria, su buena paguita se ha ganado.

Fuimos al nuevo restaurante que han abierto en Oasis Springs, La Llama, el servicio fue genial y la comida estaba de fábula, tengo que acordarme de ponerle 5 estrellas en la aplicación…

Todo fue perfecto, hablamos mucho, aun tiene esa facilidad de sorprenderme con cada anécdota que me cuenta, se ve tan bonita cuando se ríe… Después de todos estos años, aun siento mariposas en el estomago cuando la miro y se me acelera el pulso cuando me acaricia.

La velada estaba a punto de tocar a su fin, era el momento de dar el paso, antes de salir del restaurante puse mi rodilla en el suelo y le dije:

"Eres la mujer más impresionante que haya podido conocer, no sé que sería de mi vida si tu no estuvieses a mi lado, por eso quiero y necesito dar este paso, sé que no te van estas convencionalidades, pero quiero estar contigo hasta que la muerte nos separe. Becks, ¿te quieres casar conmigo?"

Becca con una gran sonrisa me dijo:

"¡Ay mi chico Menta! Quien me iba a decir que ibas a poner mi mundo patas arriba cuando entraste por la puerta de la residencia de Britchester… ¡Claro que me quiero casar contigo! Hasta el fin del mundo iría por ti, ¡de ti no me separa ni la muerte!"

El mundo desapareció totalmente, solo estábamos Becca y yo, nos fundimos en un largo beso, su dulce sabor impregnó mi boca, y por mi mente, en milésimas de segundo, pasaron todos y cada uno de los besos que nos habíamos dado.