22. El pacto

Me devolvieron a casa, Becca corrió a abrazarme en cuanto me vio aparecer.

Becca: ¡Dios mío Nane! ¿Qué ha pasado? ¿Estás bien? ¿Te han hecho algo?

Naos lo miraba todo apartado, con semblante enfadado.

Cuando fui a acercarme a el se apartó, ese gesto me dolió, no quería ni mirarme a la cara, y me dijo:

"¿Porque los adultos nunca hacéis caso de los niños? ¡No lo sabéis todo! Te dije que no salieras, ¡me lo prometiste! ¡Y lo rompiste! ¡No se puede confiar en los humanos!"

Y entre lágrimas y con tono de tristeza absoluta continuó:

"La Comunidad tenía razón… Los sentimientos no valen para nada, solo sirven para sufrir, ¿Quién quiere pasarlo así? ¡Es de tontos!"

Naos me partió el corazón, me acerqué a él y lo abracé, le dije mil veces que lo sentía, que tenía razón, había roto mi promesa pero que después de todo estaba convencido que era necesario que así ocurriera.

Nane: Naos, los sentimientos son necesarios, ¡te hacen sentir vivo! Si, es cierto que algunas veces nos toca sufrir: la partida de un ser querido, un amor no correspondido… créeme, sé muy bien de lo que hablo… pero también podemos vivir sensaciones tan gratificantes…

Nane: El primer amor, disfrutar de pasar las horas con tus amigos, el calor de un hogar… Unos sentimientos se complementan con otros, otros sentimientos contrarrestan los malos… Naos, tengo que pedirte algo. Sé que Becks estará de acuerdo conmigo pero necesito tu respuesta:

Nane: Naos, ¿quieres formar parte de nuestra familia? ¿Quieres ser un Menta Clarke?

La carita de Naos se iluminó de golpe, seguían brotando lágrimas de sus ojos pero una gran sonrisa asomaba en sus labios.

"¡Si! ¡Si! ¡Si! ¡Voy a tener un papá y una mamá! ¡Voy a tener un hermanito! ¡Si Nane! ¿De verdad que me puedo quedar? ¿No es una trampa? ¡¿Porque sigo llorando?! No lo entiendo… ya no estoy triste ni disgustado…"

Becca lo abrazó muy fuerte, claro que estaba de acuerdo conmigo, le habíamos cogido mucho cariño a este pequeño.

Becca: Naos, las lágrimas no siempre aparecen por estar triste o disgustado, esas lágrimas ¡son de felicidad! ¡Bienvenido a la familia mi niño!

Les expliqué el trato al que habíamos llegado: Naos se quedaría con nosotros pero no podría mostrar nunca su verdadero yo, una vez al año irá a SIXAM para entrenar sus poderes y quedaba totalmente excluido de la línea sucesoria, no podía reclamar aquello que le pertenecía por sangre.

Y de esta manera Becca y yo ampliamos nuestra familia, a nuestros amigos les dijimos que finalmente habíamos adoptado a Naos, y todos se alegraron muchísimo, todos le habíamos cogido un cariño especial a esta criaturita tan particular. Bienvenido a tu hogar Naos Menta Clarke.