21. Abducción

Fue un día de lo más normal, era lunes y me fui a trabajar, Naos y Zuria se quedaron con Becks que libraba.

Al llegar, Becca me dijo que notaba a Naos más inquieto de lo normal, parecía que sentía miedo… Así que me fui a hablar con él.

Nane: ¡¡Ey peque!! ¿¿Cómo estás hoy?? ¿¿Has leído mucho??

Naos: Nane, por favor, Becca y tu no salgáis a la calle esta noche… Por favor, por favor, por favor…

Me suplicó hasta la saciedad, con un tono asustado… le prometí que no saldríamos, ¿Qué bicho le había picado?

El resto de la tarde transcurrió sin más percances ni conversaciones extrañas, ya de noche leí un cuento a Naos y Zuria para que se durmieran y cuando me disponía a salir de la habitación, una luz extraña por la ventana llamó mi atención.

Le dije a Becca que se quedara dentro de casa y salí al porche para ver de dónde venía aquella luz tan intensa y ese fue mi gran error… rompí la promesa que le hice a Naos.

La luz se posó encima de mi y me empezó a absorber, mi cuerpo empezó a levitar, me quedé paralizado, no podía hacer nada para escaparme de aquella corriente… y de repente solo había oscuridad…

Poco a poco empezó a hacerse la luz, a mi alrededor un montón de siluetas se dibujaban, hablaban entre ellos un idioma que no supe descifrar… y entonces, una de ellos se dirigió a mi:

"Humano, tienes algo en tu poder que nos pertenece."

Sabía perfectamente que se trataba de Naos.

La alien siguió hablando:

"Debes traerlo ante nuestro Jefe Supremo, ¡el se encargará de juzgar y condenar a ese pequeño diablo!"

Un momento... ¿Juzgar y Condenar? ¿A un crío que no tendría más de 7-8 años? ¿Qué clase de civilización era aquella? Mi vena de padre protector afloró:

Nane: ¿¿Y me permiten preguntarles de qué se le acusa?? Es solo un niño curioso que estaba en el lugar equivocado en el momento equivocado… ¡No es para tanto! Yo se lo traigo, le dan una regañina y se terminó.

Alien: ¡Cállate humano! ¡¿Osas mostrar misericordia ante nosotros?! Ese niño es defectuoso igual que lo fueron sus padres y correrá la misma suerte…

Esa gente empezaba a enfadarme de verdad.

Nane: ¡¿De qué defecto estás hablando?! ¡¿Qué les pasó a sus padres?!

Alien: Demasiadas preguntas, os inmiscuís demasiado en las cosas, tenéis sentimientos. Eso es algo primitivo que nuestra especie ha erradicado de su ADN. Os hace vulnerables.

"Nuestra especie se consagra en una cadena de mando, el superior manda al inferior, nadie discute, todos acatan las órdenes, procreamos para que nuestro linaje perdure, dedicamos nuestra vida a servir en la Comunidad y así hasta el fin de nuestros días."

Nane: ¡¡¿¿Cómo podéis vivir así??!! ¿No sentís afecto los unos por los otros? ¿No os preocupan vuestros iguales? ¡¿No os habéis enamorado nunca?!

Todos aquellos seres me miraban con una cara impasible, parecía que les hablara chino… ninguno conocía todo aquello, ¿Cómo tener una vida sin sentimientos? ¿Qué sentido tenía entonces vivir si no era haciéndolo intensamente?

La líder volvió a hablarme, escupía cada palabra:

"Os hemos estudiado bien, ¿porqué tener esos sentimientos de los que nos hablas, si por culpa de ellos en vuestro planeta solo hay caos y destrucción? ¡Envidia, odio, rencor! ¡Incluso el amor ha sembrado guerras por donde ha pasado!"

"Los padres de Naos se enamoraron, lo tuvieron fruto de su verdadero amor y eso solo los llevó a un trágico destino: La muerte. El padre de Naos era el hijo del Jefe Supremo y heredero del mando de nuestras tierras. Pero en este planeta no hay cabida para defectuosos…"

Ahora entendía todo. Naos no estaba en el cohete por error, quería huir del planeta, ese niño tenía muchas esperanzas y poco que perder, si se quedaba aquí terminaría muriendo, si llegaba a la tierra cabía la posibilidad de que las cosas fueran bien y decidió luchar por su felicidad.

Interrumpí a aquella alien, ya había tenido suficiente, no tienen ni idea de lo que es la vida y puedo asegurar que no era aquello que ellos estaban viviendo, por primera vez vi el mundo de SIXAM totalmente gris, por muchos colores que centellearan a mi alrededor.

Les propuse un trato.