20. Duele

Después del trabajo tocaba volver a casa… No me apetecía nada, no quería encontrármela, con un poco de suerte estaría en la biblioteca hasta tarde.

Como no podía ser de otra manera, allí estaba, llorando a moco tendido viendo una peli…

Me miró pero pasé de largo y me metí en mi habitación, al momento la tenía allí plantada, con los ojos aun vidriosos por la llorera:

Malena: ¡Ey! ¿Qué tal fue ayer pilluelo? Cada vez pasáis más tiempo juntos…

Así que de luna de miel eeeh 😏…

Zuria: Malena estoy muy cansado, tengo que terminar de rellenar unos formularios y me voy a dormir.

Si me permites…

Malena: Vamos Zuria, es muy pronto… ya casi no hablamos… llevamos un mes un poco distanciados… te echo de menos, necesito dosis de risas.

Zuria: Me importa una mierda lo que tú necesites, ¿¡estamos?! Necesito terminar y dormir ¡Gracias!

Malena se sobresaltó… nunca había sido tan duro con ella… pero estaba tan dolido, ¡¿en serio iba a seguir fingiendo que ese niño era de Derek?!

Malena: ¿Qué te ocurre? No te entiendo Zuria…

Zuria: Vaya… ¿TÚ no lo entiendes? ¿Cuándo pensabas decírmelo?

Aaah claro, me lo dejaste claro: "ni lo sabe ni lo sabrá".

¡¿No pensabas decirme que voy a ser padre?!

Malena miró al suelo… empezó a decir:

Malena: Eso no es así…

La corté:

Zuria: ¡Deja ya de mentirme, joder! ¡He hablado con Derek! ¡No os habéis acostado Malena! ¡NUNCA!

¡¿Te has visto con otros tíos?!

¡Dime!

Malena seguía mirando al suelo:

Malena: No…

Estaba tan cabreado…

Zuria: La noche en la cabaña… lo hicimos sin protección… ¡joder! ¡¿Es que no confías en mí?! ¿Tan mal crees que lo puedo hacer?

Entonces ella me miró:

Malena: ¡No es eso! ¡Fue una noche loca! Vi tu duda y te empujé a seguir, no quería que te apartaras de mí, fue mi error, ¿Por qué pagar tú por él?

Zuria: ¡¿Porque tener hijos es cosa de dos quizás?! Fue tanto error tuyo como mío.

Malena: No lo entiendes Zuria… has conseguido a Jordan… yo no entro en esa ecuación y mucho menos con un bebé… no quería hacerte daño.

Zuria: La vida no es de color de rosa, nunca salen las cosas como uno planea, pero cuando surgen hay que cogerlas de frente y con las dos manos.

Malena: Lo siento…

Yo…

Pensaba que era lo mejor para ti…

Este no es el sueño de mi vida, ¿sabes?

Zuria: ¡Vamos! ¡El mío sí! ¡Toda mi vida he soñado con tirarme a mi amiga y dejarla preñada! Y encima desentenderme de mi hij@...Joder Malena…

Esa conversación no nos llevaba a ningún lado, yo estaba demasiado enfadado para seguir escuchándola, todo me sentaba mal… le dije que lo que quedaba de simestre me iba a casa de Jordan a vivir (esperaba que no le importara 😳) pero que quería saber del bebé, solo quería mensajes referentes a él/ella y si necesitaba algo en relación al embarazo no dudara en llamarme.

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Ha pasado el tiempo y llegamos al segundo trimestre de embarazo… he quedado con Malena, va a enseñarme las ecografías de nuestr@ niñ@, no pude acompañarla.

Fue con su madre, yo estaba doblando turnos y no tenía huecos para escaquearme.

No sé cómo le habrá ido el simestre…

Llegué a su casa… tenía un nudo en el estómago, no la veo desde que me fui y apenas hemos hablado, llamé a la puerta y me abrió Brian, por lo visto había venido de visita. No sabría decir cómo me miró, solo sé que no me sentí cómodo.

Brian: Hola Zuria. Malena está dentro con mi madre. Menuda belleza te acabas de perder chaval.

Cuando entré y la vi mi corazón empezó a latir muy fuerte… <<tranquilo Zuria>> pensé. Estaba preciosa, como siempre, y esa barriguita le sienta tan bien…

Ginebra vino a abrazarme.

Ginebra: Hola Zuria, que mal me sabe que no hayas podido venir a ver la ecografía, ha sido tan bonito y emocionante, desde mis niños que no veía otra cosita así.

Brian: Malena tú enséñale a mi sobri a decir tío Brian, ¿estamos? Aunque yo creo que ya en la eco se veía como hacia los gestos con la boca… ¡Va a ser más lista! ¡Igualita a su madre!

Estuvimos un rato charlando juntos, hasta que Ginebra y Brian se despidieron.

Cenamos y me enseñó las ecos. Por los comentarios de Brian quedaba claro que íbamos a tener una niña. Empezamos a hablar de los nombres que nos gustaban y finalmente nos pusimos de acuerdo con Alani, un nombre Hawaiano. Hablamos del parto (ya no queda mucho), estaba algo asustada.

Para cambiar de tema y que no se agobiara le pregunté por su simestre y me dijo que había conseguido aprobar, ¡ya es titulada en Psicología! La felicité y me regaló una sonrisa que me dejó totalmente embobado…

Seguimos charlando un rato pero la cara de Malena iba cambiando por momentos. Me preocupó.

Zuria: Ey… ¿Estás bien? No haces buena cara…

Malena: Si…

Si, si, estoy bien…

Es solo que estoy cansada, llevo una temporada que no duermo nada bien…

Zuria…

Malena apartó su mirada, parecía que me quería decir algo pero se quedó callada. No sabía que decirle, no sabía qué hacer, me dolía verla así.

Malena: Todo va tan deprisa… Me siento abrumada, estoy acojonada…

Me acerqué a ella y la abracé fue entonces cuando se rompió y empezó a llorar.

Estuvimos un largo rato así, abrazados, sin decir nada.

Mil pensamientos pasaban por mi cabeza en aquel momento, mil sentimientos se agolpaban en mi corazón y solo uno ganaba todas las batallas: <<¡A la mierda con el orgullo Zuria! ¡Bésala! ¡Dile lo que sientes! La quieres, la necesitas en tu vida, ¡lánzate!>> Pero otra vez ella me sacaba de mi trance.

Malena: ¡Jo! ¡Malditas hormonas! Me tienen de un blandengue… Perdona Zuria… Necesitaba echarlo… estoy mejor, de veras, seguro que hoy duermo como un lirón.

Otra vez aquella sonrisa que me desarmaba, me bloqueaba… Y me quedé plantado allí, sin poder articular palabra.

Se hacía tarde, tenía que marcharme aunque no me apetecía en absoluto, la echaba de menos, la necesitaba en mi vida y dejarla sola como estaba no me hacía ninguna gracia. Me pidió si quería quedarme a ver una peli, ciertamente me lo planteé un segundo, pero decliné la oferta… Me conozco y sé cómo iba a terminar aquello si me quedaba y no tengo claro hasta qué punto eso sería bueno para nuestra relación a partir de ahora.

He llegado a casa de Jordan y la puerta estaba cerrada con llave… ¿Qué significa? Que mi Diosa del Nilo tenía invitado.

Me he ido a dar un paseo y he intentado no pensar mucho en lo que ha pasado esta noche, en lo que he sentido.

Para despejarme me he puesto a planificar el día de mañana: maletas hechas, llaves de casa preparadas, listo para mi nueva vida.

He alquilado una casita en el pueblo, es pequeña pero tengo suficiente para mí y mi pequeña, me tocará trabajar más horas para poder costearla, no es lo mismo que pagar una habitación, pero es la mejor opción, no le toca a Jordan esta carga, además ella está conociendo a Isao y merecen tener su espacio.

Malena y yo hemos acordado que tendremos a la peque 1 semana cada uno. No quiero que ella vaya agobiada, así que yo la recogeré siempre y se la llevaré a casa.

Después de esperar un tiempo prudencial, he vuelto a casa de Jordan, esperando que la puerta ya estuviese abierta.