17. La aventura de ser Padres

Llegamos a casa exhaustos, Becks se encontraba bien, prefería estar en casa así que pidió el alta voluntaria. Al llegar me dijo:

Becca: Llevo todo el camino pensando y sé cómo quiero que se llame nuestro pequeño… ZURIA.

La besé, no podía elegir mejor nombre… Bienvenido a casa Zuria.

Hoy es mi primer día como papá, tengo mil sentimientos y mil sensaciones… y dudas, muchas dudas… ¿Seré buen padre? ¿sabré querer a esa personita como merece? ¿estaré a la altura? ¿Sabré cuando le duele algo? ¿Confiará en mi? No he hecho más que empezar y ya lo veo tan complicado…

Becks se ha quedado durmiendo, estaba agotada, ya me espabilaré yo con Zuria, no tiene que ser muy difícil cuidar de un bebé. Bibis preparados, pañales a punto, bodis a mano… ¡Estoy listo! ¡Vamos allá!

Y no tardó mucho en llorar… cuando me asomé a la cuna me entró el pánico, ¿pero como cojo yo a esta cosita? ¿Nadie me la va a poner en el regazo? ¡¿Y si lo rompo?! Ay por dios… ¡¿quién me manda a mi?! Y como le haga daño ¡¡Becca me mata!! ¡Con lo que le ha costao!

Finalmente, haciendo mil malabares cogí a mi pequeño, que aroma desprendía, que calorcito más abrumador… tenía el corazón henchido de felicidad, le di su biberón y se quedó dormido en mi regazo y yo me quedé embelesado mirándolo.

Becks apareció por la puerta, me miraba con una sonrisa.

Becca: ¡Buenos días papá! veo que has empezado a ejercer … mmmm… te ves realmente mono con nuestro hijo en brazos.

Esta mujer… sabe como ponerme a mil.

Dejé a Zuria en la cuna y la besé.

Nane: Gracias Becks… gracias por hacer que todos mis sueños se hayan cumplido, eres la persona que más quiero en este mundo, sabes que sin ti mi vida no tendría sentido, ¿verdad?

Becca simplemente me dijo "OS AMO" y me devolvió el beso.

Los días van pasando y nos vamos acoplando al ritmo de vida que nos marca Zuria, la verdad es que no nos podemos quejar, está siendo un bebé muy bueno, duerme casi toda la noche, come como un jabato, y nos tiene enamorados a todos.

Ayer Zuria no pasó muy buena noche, es extraño porque siempre duerme muy bien, Becks se quedó con el así yo podía dormir, me tocaba trabajar al día siguiente. Esta mañana al despertar he visto que Becca no ha vuelto a la cama.

Al ir al salón la vi dormida con Zuria en los brazos. Me quedé maravillado y me hizo preguntarme cosas… ¿Cómo pudieron mis padres abandonarme de aquella manera? Una personita tan indefensa, que necesita del calor de sus seres queridos. ¿Qué asunto tan grave los llevó a hacer aquello?

Esos pensamientos me dolían. Sacudí la cabeza, no era momento de pensar en el pasado, tenía un presente y un futuro por el que preocuparme, tenía a las dos personas más importantes de mi vida a mi lado, esa era la plenitud que necesitaba, lo demás ya no importaba.

Desperté a Becks con cuidado, le dije que se acostara un rato, aun podía descansar un poquito y llevé a Zuria a su cuna. "Papá siempre estará aquí para protegerte, te lo prometo". Y me fui a arreglar para irme a trabajar.